lunes, 29 de septiembre de 2014

UN POEMA DE VICENTE GAOS




LEJOS DE MANTUA


Pero yo no puedo reposar contigo esta noche,
ni hay ningún blando verdor,
ni tú, aun teniéndolo todo, tienes manzanas, castañas
        ni queso alguno que ofrecerme.
Porque yo no puedo reposar ni siquiera conmigo esta
        noche,
sólo tenderme en un montón de sombra,
en un duro montón de sombra.
Y yo no puedo reposar esta noche,
ninguna noche,
y todas son una y la misma, y siempre el mismo montón,
        la misma dureza.
Y aquí estoy solo y lóbrego en este páramo,
en este desierto.
Mientras lejos, muy lejos, sigue ascendiendo el humo
        de la ciudad,
ciudad no de Dios, de los hombres,
la sombría ciudad de los hombres,
la mía,
maioresque cadunt altis de montibus umbrae...